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miércoles, 3 de abril de 2013

el Vizconde de Lautrec

En el capitulo 159 comienza la derrota de los bravos picas suizas en manos de un nuevo arma: cañones ligeros españoles de fácil traslado.
Las tropas francesas quedan a manos de un Vizconde Lautrec que queda superado por la alegria y el fanatismo suizo, que se declaraba invencible. 
El Vizconde de Lautrec con nombre de nacimiento Odet de Cominges u Odet de Foix (1485) nacio en Nápoles, y murio en el sitio de Napoles en 1528.
Tambien tenia el titulo original de Conde de Cominges, y  vizconde de Vilamur, y sucedió en 1494 a su padre Juan II de Lautrec

Se casó con Carlota de Albret-Rethel, condesa de Rethel y de Beaufort, que le asoció en el gobierno de sus estados. De este enlace nacieron cuatro hijos: Enrique, Odet Gaston, Claudia, y Francisco, fallecido joven.

Se destacó como militar, ayudando probablemente en su ascenso el que su hermana Francisca, esposa del conde de Chateaubriand, fuera amante del rey Francisco I.
Participó en la campaña francesa en Génova (1507) donde fue herido.
En 1515 fue nombrado gobernador de Guyena y acompañó a Francisco I a Italia distinguiéndose en la batalla de Marignan.
En 1516 se le concedió el gobierno del Milanesado donde sucedió al condestable de Borbón. En 1521 combatió en Italia contra los españoles y en el año siguiente perdió la batalla de Bicocca.
En 1523 fue nombrado gobernador de Languedoc y ascendió a mariscal de Francia. Participó en la batalla de Pavía en 1525. En 1527 asumió el mando del ejército francés en Italia ocupando parte del Milanesado.
Más tarde penetró en Nápoles y murió de la peste durante el sitio de la ciudad el 15 de agosto de 1528, no se supo si fue de malaria, peste amarilla o colera.

viernes, 29 de marzo de 2013

la Familia Colonna

A partir del Capitulo 160 El Condestable arranca a intervenir en la vida de Dago, una de las familias mas poderosas del Siglo V: los Colonna.
Es una "noble" familia de origen romana. Entregaron varios principes, y hasta Papas, siempre en la rama de los Dominicanos.
Aparte del lema de la familia, se dice que el verdadero lema es: "no se ha concertado la paz entre los principes de la cristiandad, en la que no había sido incluido por su nombre"
Tambien tenian una familia rival: los Orsini desde el siglo XII y la familia Della Rovere.
Despues del descubrimiento llegaron a establecerse en Peru, capital de las Americas Españolas.
Pero sin duda tuvo su mayor auge y preponderancia en dos hechos:
- La destruccion del castillo de Palestrina y,
- El Saqueo de Roma en el 1527




lunes, 25 de marzo de 2013

Gustavo Amezaga (Manuel Morini)

Gustavo Amezaga (pseudonimo de Manuel Morini) escribio algunos de los capitulos de Dago sobre todo en la primera etapa (como los numeros 35, 35, 41 etc). Para terminar escribiendo la seria italiana mensual.

Fue redactor de la Gran Columba y escribio algunas obras como Stalker, Express Mulligan,  Nibelungs o el inolvidable Crazy Jack.
Porteño, pero criado en Vicente Lopez, desde chico ya escribia historietas,  a los 15 años tenía un bloque en un progama infantil de canal 7 en el que hablaba de ovnis y ahi conocio a dibujantes que lo conectaron con la Editorial Columba.
Por lo que como el nombre no sonoba bien el viejo don Columba le pidio que lo modificara.
Ahi conocio a todos, finmalmente Robin lo convoco para que esciribiria el mensual de Dago en Italia junto con Ricardo Ferrari.
 
http://laduendes.blogspot.com.ar/2010/05/entrevista-al-guionista-de-historietas.html

domingo, 29 de abril de 2012

Carlos IV - Duque de Alencon

Carlos IV - Duque de Alencon

Carlos IV de Valois (Alençon, 1489), era hijo de Renato de Alençon y de la Beata Margarita de Vaudémont.
Sucedió a su padre en 1492 como Duque de Alençon y Conde de Perche.
En 1497 recibió los títulos de Conde de Armagnac.
En el año 1509 contrajo nupcias con Margarita de Angulema, hermana de Francisco de Valois, conde de Angulema, quien en 1515 ascendería como rey de Francia con el nombre de Francisco I.
El matrimonio no tuvo hijos, y al morir él, su esposa retuvo la mayor parte de los títulos de Carlos en perjuicio de su hermana, y por tanto legítima heredera Francisca.
Como príncipe de sangre fue una prominente figura durante el reinado de su cuñado, combatió en la Batalla de Marignano, defendió Champaña contra la invasión imperial. Aunque las tropas francesas ganaron, el ala izquierda al mando del Duque de Alencon fue doblegada. la victoria se sostuvo gracias al avance de la caballeria de Venezia, que derrotaron a los mercenarios zuisos que conbatian para Milan
Acompañó al rey en su segunda invasión a Italia, y tras el desastre de Pavía tomó el mando de las debilitadas fuerzas francesas.
Pero volvio sano y salvo a Francia le transformó en el chivo expiatoria de la terrible derrota y fue acusado de abandonar al rey en el campo de batalla, murió poco tiempo despues en 1525.
Ademas significo el fin de la Casa Alencon como ducado de la Dinastia de los Reyes franceses Valois.

domingo, 1 de abril de 2012

El Sitio de Pavia

La Batalla de Pavia
(24 de febrero de 1525)

Despues de una aplastante y facil victoria española sobre las tropas francesas en la Batalla de Bicocca, suceden una serie de enfrentamientos mas pequeño pero no menos dañinos para la moral francesa, que terminarian con la Batalla de Pavia para dar fin a la denominada 5° Guerra Italianas
Cae Genova y es saqueada por los imperiales.
Los famosos mercenarios suizos abandonan a los franceses.
Inglaterra entra en Calais teniendo Francisco que desdoblar su ejercito.
El Condestable de Borbon se pasa al lado español.
Muere el aliado frances, el Dux de Venezia.
Y ademas de los imperiales se le sumaban los Colonna (primero liderado por el mismo Colonna y luego por Carlos de Lannoy), los Estados Pontificios, los Estados de Mantua, Pescara (el Marques Fernando Avalos) y Florencia.
Cae Sesia por lo que Francia abandona Milan (en esta retirada muere el ultimo heroe frances: El Caballero Boyard)
La unica buena fue que el Condestable de Borbon no pudo con el sitio de Marsella, que no tuvo lider militar sino todo el pueblo se armo.

Ante esto, Francia en su retirada se concentra en Avignon, gracias a la perdida de tiempo de los imperiales en Marsella, ante esto los imperiales se retiran y Francisco envalentonado continua hasta Milan y retoma la ciudad.
Los imperiales se recluyen en la ciudad de Lodi, y finalmente en Pavia con el sitio frances inmediatamente.
A cargo de un veterano guerrero Antonio de Leyva, se organizo la defensa sobre todo no frente al enemigo sino frente al hambre y las enfermedades.
Pero mientras mas aguantaba mas tropas con refuerzos iban llegando en defensa: desde Alemania (Carlos V de España era aleman) llegaba Jorge de Frundsberg.
Francisco I decidió dividir sus tropas. Ordenó que parte de ellas se dirigieran a Génova y Nápoles e intentaran hacerse fuertes en estas ciudades.

Mientras, en Pavía, los mercenarios alemanes y suizos comenzaban a sentirse molestos porque no recibían sus pagas. Los generales españoles empeñaron sus fortunas personales para pagarlas. Viendo la situación de sus oficiales, los dos mil arcabuceros españoles decidieron que seguirían defendiendo Pavía aún sin cobrar.
A mediados de enero llegaron los refuerzos bajo el mando del marqués Fernando de Ávalos, el virrey de Nápoles, Carlos de Lannoy, y el condestable de Borbón, Carlos III.
Finalmente llegaron los refuerzos imperiales a Pavía y los cañones comenzaron a abrir fuego.
Los franceses decidieron resguardarse y esperar, sabedores de la mala situación económica de los imperiales y de que pronto los sitiados serían víctimas del hambre. Sin embargo atacaron varias veces con la artillería a los muros de Pavía.
Pero las tropas desabastecidas, lejos de rendirse, comprendieron que los recursos se encontraban en el campamento francés, después de una arenga dicha por Leyva.
Así, los llamados "encamisados" comenzaron abriendo brechas en las posiciones francesas. Detrás, formaciones de piqueros franqueados por la caballería. Los tercios formaban de manera compacta, con largas picas protegiendo los arcabuceros. De esta forma, la caballería francesa caía al suelo antes de llegar incluso a tomar contacto con la infantería.
Los franceses consiguieron anular la artillería española, pero a costa de su retaguardia. En una arriesgada decisión, Francisco ordenó un ataque total de su caballería. Según avanzaban, la propia artillería francesa (superior a la española) tenía que cesar el fuego para no disparar a sus hombres.
Los 3.000 arcabuceros de Alfonso de Avalos dieron buena cuenta de los caballeros franceses, creando desconcierto entre estos. Mientras Lannoy al mando de la caballería y el marqués de Pescara, en la infantería, luchaban ya contra la infantería francesa comandada por Ricardo de la Pole y Francisco de Lorena.
En ese momento, Leyva sacó a sus hombres de la ciudad para apoyar a las tropas que habían venido en su ayuda y que se estaban batiendo con los franceses, de forma que los franceses se vieron atrapados entre dos fuegos que no pudieron superar. Comenzaron por rodear la retaguarda francesa (mandada por el duque de Alençon) y cortarles la retirada. Aunque agotados y hambrientos, constituían una muy respetable fuerza de combate. Bonnivet, principal consejero militar de Francisco, se suicidó. Los cadáveres franceses comenzaban a amontonarse unos encima de otros. Los más, viendo la derrota, intentaban escapar. Al final las bajas francesas ascendieron a 8.000 hombres.
El rey de Francia y su escolta combatía a pie, intentando abrirse paso. De pronto, Francisco cayó, y al erguirse, se encontró con un estoque español en su cuello. Un soldado de infantería, el vasco Juan de Urbieta, lo hacía preso. Diego Dávila, granadino, y Alonso Pita da Veiga, gallego, se juntaron con su compañero de armas. No sabían a quien acababan de apresar, pero por las vestimentas supusieron que se trataría de un gran señor.

Informaron a sus superiores. Aquel preso resultó ser el rey de Francia. Otro participante célebre fue el extremeño Pedro de Valdivia, futuro conquistador de Chile.
En la batalla murieron comandantes franceses como Bonnivet, Luis II La Tremoille, La Palice, Suffolk, y Francico de Lorraine.
Tras la batalla Francisco I fue llevado a Madrid, quedando custodiado en la Casa y Torre de los Lujanes. La posición de Carlos I fue extremadamente exigente, y Francisco firma en 1526 el Tratado de Madrid. Francisco I renunciará al Milanesado, Nápoles, Flandes, Artois y Borgoña.
Cuenta la leyenda que en las negociaciones de paz y de liberación de Francisco I, el emperador renunció a usar su lengua madre (francés borgoñón) y la lengua habitual de la diplomacia (italiano) para hablar por primera vez de manera oficial en español.

lunes, 30 de mayo de 2011

la Batalla de Bicocca

1° Batalla de Bicocca

27.04.1522


La Batalla de Bicoca es el nombre que recibió el combate cerca de la localidad del mismo nombre, situada en el antiguo Milanesado, muy cerca de Milan por el norte.

El ejército compuesto por las fuerzas combinadas de Francia y la República de Venecia se enfrentó al ejército Imperial español al mando de Prospero Colonna. Merced a una mejor táctica, las tropas de Carlos V lograron una aplastante victoria.

Los mercenarios suizos, que no habían recibido su salario, exigieron una batalla inmediata, forzando al comandante francés Odet de Lautrec a atacar la posición fortificada de Colonna en el parque de Bicocca, al norte de los muros de Milán.

La superioridad numérica se inclinaba del lado francés, y la infantería suiza confiaba en grandes formaciones de picas para envolver y masacrar al enemigo. Al comenzar la batalla, los suizos se dispusieron en dos cuadros y avanzaron con paso firme hacia las tropas españolas de Prospero Colonna, mientras resistían los disparos de cañón del enemigo.

No obstante, al cruzar el camino que separaba a ambos ejércitos, los suizos se vieron obligados a subir una ligera cuesta. Esto les impidió cargar inmediatamente contra los españoles y les convirtió en un blanco perfecto para los arcabuceros, quienes abrieron fuego continuo contra los suizos. Tras perder 3000 hombres (entre los que se encontraban 22 capitanes), los suizos se vieron obligados a retirarse sin llegar a entablar batalla real.
Según algunos autores, esta batalla señaló un importante giro en las prácticas bélicas por el rol que en ella tuvieron las armas de fuego portátiles, en especial los arcabuces de los españoles. Bicoca, junto a la posterior Batalla de Pavía (1525), puso de manifiesto que la época de la pica y la caballería pesada había llegado a su fin, dejando paso a las emergentes armas de fuego que trastocarían el campo de batalla para siempre.
Al comienzo de la guerra en 1521, el Emperador Carlos V y el Papa León X unieron fuerzas contra el Ducado de Milán, principal posesión francesa en Lombardía. Un gran ejército papal al mando del Marqués de Mantua, junto a tropas españolas procedentes de Nápoles y otros contingentes menores del resto de Italia, se concentraron cerca de Mantua.
Las fuerzas alemanas enviadas al sur por Carlos cruzaron junto a Vallegio, en territorio veneciano, sin ser molestadas. Las fuerzas papales, españolas y alemanas combinadas bajo el mando de Próspero Colonna, penetraron entonces en territorio francés.
Durante los meses siguientes, Colonna llevó a cabo una guerra de maniobras contra Odet de Foix, Vizconde de Lautrec, el comandante francés, asediando ciudades pero rehusando presentar batalla.
Para otoño de 1521, el ejército de Lautrec, que mantenía una línea defensiva desde el río Adda hasta Cremona, comenzó a sufrir deserciones masivas, particularmente entre los mercenarios suizos. Colonna aprovechó la oportunidad que se le ofrecía y, avanzando junto a los Alpes, cruzó el río Adda en Vaprio; Lautrec, carente de infantería y asumiendo la campaña anual finalizada, se retiró a Milán. Sin embargo, Colonna no tenía intención de frenar su avance. La noche del 23 de noviembre, lanzó un ataque sorpresa a la ciudad, abrumando a las tropas venecianas que defendían uno de los muros. Tras la subsiguiente lucha callejera, Lautrec se retiró a Cremona con 12.000 hombres.
En enero, los franceses habían perdido Alessandria, Pavía y Como.

Mientras, Francisco II Sforza, con un contingente de refuerzos germanos, había esquivado una fuerza veneciana en Bérgamo para posteriormente unirse a Colonna en Milán.

Mientras, Lautrec había recibido los refuerzos de 16.000 piqueros suizos y tropas de refresco venecianas, junto a varias compañías francesas al mando de Thomas de Foix-Lescun y Pedro Navarro; también se había asegurado los servicios del condotiero Giovanni de Médicis, que puso sus Bandas Negras al servicio francés.

Los franceses atacaron Novara y Pavía, esperando atraer a Colonna a una batalla decisiva.

Colonna abandonó Milán, fortificándose en el monasterio de Certosa, al sur de la ciudad. Lautrec, temiendo grandes pérdidas si asaltaba la posición frontalmente, amenazó las líneas de comunicación de Colonna barriendo el área entre Milán y Monza, cortando así las líneas de comunicación de la ciudad con los Alpes.
La Batalla
Pero Lautrec se vio atrapado por las exigencias de los mercenarios suizos, que formaban el grueso de sus tropas. Albert von Stein y el resto de capitanes mercenarios, al no haber recibido una sola de sus pagas desde que llegaron a Lombardía, exigieron a Lautrec que atacara al Ejército Imperial inmediatamente, o regresarían a sus cantones. Lautrec accedió a regañadientes, marchando hacia Milán.
Entretanto, Colonna se había retirado a una formidable posición: el parque mansión de Bicocca, seis kilómetros al norte de Milán. El parque se alzaba entre un largo terreno pantanoso al oeste y la carretera principal hacia Milán en el este, por esta carretera discurría un profundo dique, cruzado por un estrecho puente de piedra a cierta distancia al sur del parque. El lado norte del parque se hallaba bordeado por una carretera hundida. Colonna la hundió un poco más y construyó un muro de tierra en el bancal sur. La artillería Imperial, emplazada en varias plataformas protegidas por el muro, protegía los campos del norte y varias partes de la misma carretera.
La longitud del área norte del parque era menor de 548,64 m, lo que permitía a Colonna concentrar sus tropas. Justo detrás de la muralla se situaban cuatro rangos de arcabuceros españoles, dirigidos por Fernando de Ávalos, Marqués de Pescara. Éstos quedaban respaldados por piqueros españoles y alemanes bajo el mando de Georg von Frundsberg.

Al sur se posicionaba el grueso de la caballería Imperial compuesta por los célebres tercios españoles, a considerable distancia tras la infantería. Una segunda fuerza de caballería se situaba más al sur, guardando el puente.
La tarde-noche del 26 de abril, Lautrec envió una pequeña fuerza de reconocimiento de 400 jinetes, al mando de Sieur de Pontdormy. La patrulla informó que el terreno se interrumpía con diques agrícolas, lo que hacía complicado maniobrar, pero esto no disuadió a los suizos. Colonna, observando la aproximación francesa, envió mensajeros a Milán en busca de refuerzos. Francisco Sforza llegó a la mañana siguiente con 6400 soldados, que se unieron a la caballería en defensa del puente sur.
Al atardecer del 27 de abril, Lautrec lanzó su ataque. Las Bandas Negras limpiaron el campo de estacas españolas, barriendo el terreno frente a las posiciones imperiales. Dos columnas suizas, cada una comprendiendo entre 4000 y 7000 hombres, acompañaban a varias baterías de cañones a la cabeza del avance francés.

Se disponían a asaltar frontalmente el frente fortificado del campamento Imperial.

Lescun, mientras, dirigía un cuerpo de caballería a lo largo de la carretera a Milán, con intención de flanquear el campamento y atacar el puente de retaguardia. El resto del ejército francés, incluyendo la infantería francesa, formó una amplia línea a cierta distancia de las dos columnas suizas. Tras ellos se disponía una tercera línea formada por fuerzas venecianas de Francisco María I della Rovere, duque de Urbino.
El mando combinado del asalto suizo fue desempeñado por Anne de Montmorency. Mientras las columnas suizas avanzaban hacia el parque, les ordenó detenerse y esperar que la artillería francesa bombardeara las defensas imperiales, orden que ignoraron los suizos. Puede que los capitanes suizos dudaran que la artillería tuviera algún efecto en el muro de tierra.

De cualquier modo, los suizos maniobraron rápidamente hacia las posiciones de Colonna, dejando la artillería a distancia atrás. Aparentemente, existía algún tipo de rivalidad entre sendas columnas, dado que una, dirigida por Arnold Winkelried von Unterwalden, se componía de soldados procedentes de cantones rurales, mientras la otra, al mando de Albert von Stein, comprendía contingentes de Berna y los cantones urbanos.

El avance suizo les colocó al alcance de la artillería Imperial. Carentes de cobertura en el campo abierto, sufrieron cuantiosas bajas, hasta mil suizos podrían haber muerto para cuando tomaron contacto con las líneas imperiales.
Anne de Montmorency dirigió el asalto suizo, siendo el único superviviente de los nobles franceses que en él tomaron parte. Los suizos frenaron en seco cuando sus primeras líneas alcanzaron la carretera hundida frente al parque. La profundidad de la carretera y la altura del terraplén, que conjuntamente superaban la longitud de las picas suizas, bloquearon su avance. Avanzando al sur por la carretera, los suizos sufrieron bajas masivas a causa del fuego de los arcabuceros de Ávalos.

Aun así, los suizos intentaron penetrar en las líneas imperiales mediante una serie de cargas desesperadas. Grupos de piqueros alcanzaron la cima del terraplén, donde chocaron contra los lansquenetes, que habían tomado posiciones frente a los arcabuceros. Uno de los capitanes suizos fue muerto por Frundsberg en combate singular, y las compañías suizas, incapaces de superar el muro de tierra, fueron rechazadas de nuevo a la carretera. Después de media hora de intentos, los restos de la vanguardia suiza se retiraron hacia la línea principal francesa. En los campos que habían cruzado dejaban más de 3000 muertos. Entre ellos se encontraban veintidós capitanes, incluyendo a Winkelried y Albert von Stein.

De los nobles franceses que acompañaron el asalto, sólo sobrevivió Montmorency.

Lescun, junto a 400 jinetes de caballería pesada bajo su comando, había alcanzado el puente al sur del parque, combatido para cruzarlo y alcanzado el campo imperial. Colonna respondió enviando un destacamento de caballería con Antonio de Leyva para frenar el avance francés, mientras Francisco Sforza subía la carretera hacia el puente, con el objetivo de rodear a Lescun. Pontdormy detuvo a los milaneses, permitiendo a Lescun escapar del campamento; la caballería francesa deshizo su camino y se reunió con el grueso del ejército.

Desoyendo las peticiones de Ávalos y varios comandantes imperiales, Colonna rehusó ordenar un ataque a gran escala sobre los franceses, señalando que la mayoría del ejército francés, incluyendo el grueso de su caballería, permanecía intacto. Indicó que los franceses ya habían sido derrotados, y pronto emprenderían la retirada. Esta afirmación fue compartida por Frundsberg.

Sin embargo, pequeños grupos de arcabuceros españoles y caballería ligera intentaron perseguir a los suizos en retirada, pero fueron detenidos por las Bandas Negras, que cubrían el repliegue de la artillería francesa.

El juicio de Colonna se desveló correcto. Los suizos no estaban muy dispuestos a iniciar un nuevo ataque, y regresaron a sus hogares el 30 de abril. Lautrec, considerando que su resultante debilidad en tropas de infantería hacía imposible continuar la campaña, se retiró al este, cruzando el río Adda y penetrando en territorio veneciano cerca de Trezzo. Cuando alcanzó Cremona, dejó a Lescun al mando de los restos del ejército francés y cabalgó sin escolta hacia Lyon, para presentar su informe al rey Francisco I.
Consecuencias

La partida de Lautrec condujo al completo colapso de la posición francesa en el norte de Italia. Libres de la amenaza del ejército francés, Colonna y Ávalos avanzaron sobre Génova, capturando la ciudad tras un breve asedio.

Lescun, consciente de la pérdida de Génova, llegó a un acuerdo con Francisco Sforza por el cual el Castello Sforzesco en Milán, que seguía en manos francesas, rendía armas, y las tropas que había en su interior se retiraron cruzando los Alpes.

Los venecianos, bajo el mando del recién elegido Dogo Andrea Gritti, perdieron interés en continuar la guerra. En julio de 1523, Gritti firmó el Tratado de Worms con Carlos V, por el cual la República de Venecia abandonaba la contienda.

Francia intentaría recuperar Lombardía por dos veces antes del final de la guerra, sin éxito. Los términos del tratado de Madrid, que Francisco I se vio forzado a firmar tras su derrota en Pavía, dejarían Italia en manos españolas.
Otra consecuencia de la batalla fue la actitud hacia los suizos. Regresaron a sus montañas reducido su número, pero mucho más reducida su audacia; pues es conocido que tras las pérdidas sufridas en Bicoca les afectaron tanto que, durante los siguientes años, no mostraron de nuevo su vigor acostumbrado.

En un ámbito más general, la batalla puso de relieve el rol decisivo de pequeños destacamentos sobre el campo de batalla.

Aunque las virtudes del arcabuz no serían plenamente explotadas hasta la Batalla del Sesia (donde los arcabuceros prevalecerían sobre la caballería pesada en campo abierto) dos años más tarde, el arma se convertiría no obstante en un pequeño sine qua non para cualquier ejército que no quisiera otorgar una ventaja decisiva a sus oponentes.

Aunque los piqueros seguirían jugando un importante rol en combate, se igualaba su importancia a la de los arcabuceros. Juntos, ambos tipos de infantería serían combinados en las unidades llamadas de "pica y disparo", que se mantendrían hasta el nacimiento de la bayoneta a finales del siglo XVII.

La doctrina ofensiva suiza, "presión de picas" sin soporte de armas de fuego, había quedado obsoleta. De hecho, las doctrinas ofensivas en general fueron reemplazadas por otras más defensivas. La combinación de arcabuces y fortificaciones de campo convertían los asaltos frontales sobre posiciones atrincheradas en demasiado costosos para ser efectivos, de modo que no se repitieron durante el resto de las guerras italianas.


Desde entonces en español y en lunfardo, la palabra "bicoca" se utiliza para definir una ganancia fácil.

domingo, 22 de mayo de 2011

la 5° Guerra Italiana (1521-1525)

La 5° Guerra Italiana (1521-1525)
La Guerra de los 4 años

Francia . Venecia . Navarra
vs
España . Imperio Sacro . Vaticano . Estados Pontificios . Inglaterra

Antecedentes
Tras la muerte en 1519 de Maximiliano I de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos I de España fue designado como su sucesor, formando un estado que ocupaba casi la mitad del territorio europeo y paso a ser Carlos V de Europa.

Francisco I habia prometido a varios principes sumas cuantiosas, pero Carlos I supero todas las expectivas con el apoyo monetario de los banqueros Fugger.

Ademas Carlos prometio al Papa Leon X (foto) sin duda a cambio de la Dieta de Worms, la devolucion de los estados de Parma y Piacenza (a los Medicis) y el Milanesado (a los Sforza) en manos francesas hasta ese momento, y el papa se conprometia a seguir la batalla hasta echar a los franceses de la Lombardia. Solo Venezia quedaba del lado frances. Y secretamente el Imperio Otomano.

Francisco I de Francia que había optado a la sucesión del imperio de Maximiliano, aprovechó la invasión española de Navarra para comenzar una guerra contra España.

En 1521 se producen varios hechos que reparten sobre todo a Carlos I convirtiendolo en Carlos V de Europa: Carlos echa a Martin Lutero por la Dieta de Worms y este es desterrado llevando el Protestantismo por todo Europa. Hernan Cortes no lleva el luteranismo sino viruela que mata a la mitad de los indios mexicanos. Ademas el Soleiman entraba en Belgrado y caia Europa del este (menos Dracula) a manos de los turcos.


Antes de celebrarse la primera Batalla de la Guerra de los Cuatro Años, las tropas francesas a cargo de Enrique II de Navarra toman la ciudad enclave de Fuenterrabia (es la ciudad mas norteña del Pais Vasco), y por lo tanto es esencial para el cruce de tropas entre Francia y España. Entre las señores franceses estaban Guillermo Gouffier y Claudio de Lorena

1° Batalla: Pamplona (1521)

Carlos I tenia varios frentes sobre todo internos en España. Despues de la captura de Navarra el rey Enrique II de Navarra y el general Andre de Foix tomaron con el apoyo frances y sobre todo de la poblacion navarra el reino.

Pero Carlos I tomo la suerte de un rapito reclutamiento de tropa de otros frentes internos solucionados y que tuvo la oportunidad para poder pagarles de esa forma a la soldadesca.

La perdida de Navarra se dio sobre todo por errores estrategicos del general de Foix al querer citiar Logroño al producirse la batalla de Noain.


2° Batalla: Noain (1521)

Carlos I ya tenia para ese momento el interior bastante tranquilo y bajo su mando a Castilla y Aragon unificada nuevamente.

Las tropas de de Foix contaban en sus filas con vascos y gascones mientras que las tropas castellanas ya tenian presencia de toda España y llegaban refuerzos de los vascos oñacinos. Por lo que varias plazas decidieron pasarse de bando.

Una vez tomado preso y ciego en la batalla de Foix el destino estuvo marcado. Algunos se refugiaron en plazas menores pero no ofrecieron fuerza a las tropas de Carlos I.

Con esta batalla quedo definitivamente Navarra en manos castellanas.


3° Sitio: Mezieres (1521)

Por el norte de Francia el ejercito del Imperio Sacro invaden Francia y sitian Mezieres al mando de Enrique de Nassau.

Pero tuvo una ferrea resistencia por parte de las tropas francesas al mando del Caballero Bayard y Anne de Montmorency.

Estuvo cerca de 3 meses y la resistencia le dio tiempo a Francisco I para reunir su ejercito.



4° Sitio: Tournai (1521)

Siguiendo en el norte de Francia, las tropas Imperiales sitian Tournai (en ese momento eran de Francia, y ahora de Belgica) al mando de las tropas de Flandes que eran parte de los Habsburgos.

Pero esta vez finalmente en Noviembre del 1521 cae y pasa a manos de Carlos I como region de los Paices Bajos del Imperio Habsburgos, hasta su independiencia formando parte de Belgica.

Francisco I prefirio juntar su tropa en Arres y Hesdin y dejar en manos imperiales a Tournai (que era hasta 1519 la unica ciudad belga en manos inglesas de Enrique VIII).




5° Batalla de Bicoca (1522)


6° Sitio de Genova (1522)

El sitio de Génova fue en Mayo de 1522. Luego de la Batalla de Bicoca (al norte de Milan), las tropas imperiales bajo el mando de Fernando de Ávalos y Prospero Colonna (foto) contra las fuerzas francesas defensoras de la ciudad, comandadas por Odet de Cominges. Pero ya Francia no contaba con los mercenarios suizos (picas) que por falta de pago y por baja moral (masacrados por los arcabuceros españoles) se retiraban a sus cantones, en cambio los lasquenetes suavos (bavaros) continuaban con el Imperio a cargo de Jorge de Frundberg.

Genova era una plaza tambien importante no por enormidad de su ciudad, sino porque era el puerto por excelencia del mediterraneo.

Como Génova se había negado a rendirse, se permitió a los soldados imperiales saquear la ciudad una vez que habia caído. Ademas de las tropas imperiales a cargo de Fernando de Avalos, estaba Prospero Colonna su cuñado (y señor de casi todo el sur de Italia) a cargo de las tropas de los Estados Pontificios, y tambien los estados de Mantua (Federico II Gonzaga) y Florencia.

7° Batalla de Calais (1522)

Enrique VII pacta con Carlos V (Tratado de Windsor) y Inglaterra ataca Bretaña y Picardia. Llegando casi a Paris al mando del Duque de Suffolk. Pero la falta de apoyo de Carlos V lo obligo a retirarse hasta Calais que seguia en manos inglesas.


En 1523 muere el Dux Grimani y su sucesor el Dux Gritti pacta con Carlos V por lo que Venezia deja practicamente sola a Francia.

Asimismo ese año finalmente el Condestable de Borbon consuma su traicion y se pasa a jugar a favor de España.

En ese año termina con una recuperacion francesa a manos de Bonnivet por todo Lombardia, ademas Colonna estaba moribundo y ordeno la retirada dejando el mando en manos de Carlos de Lannoy.

8° Batalla de Sesia (1524)

La batalla del Sesia se produjo en abril de 1524, cerca del río Sesia entre las tropas españolas y francesas.

Sesia es un afluente del rio Po (norte de Italia) y se encuentra a mitad de camino entre Milan y Turin. Como resultado, el ejército español, mandado por Carlos de Lannoy venció a los franceses mandados por el Almirante Bonnivet y Francisco I de Saint-Pol, obligando a los franceses a retirarse a Lombardía en su totalidad.

En esa retirada muere cubriendo la retirada el Caballero Bayard.

9° Sitio de Marsella (1524)
Bajo el mando del traidor el Condestable de Borbon y con ayuda de los tropas de Fernando de Avalos (foto) el sitio de Marsella y su caida era inevitable.

Todos los alrededores de la ciudad ya habian caido y habian sido saqueadas.

Pero los franceses aguantaron casi 2 meses hasta la llegada de las tropas francesas, la defensa quedo en manos de los propios ciudadanos, y se desconoce quien quedo al mando de la ciudad, solo fue el pueblo en general.


10° Batalla de Pavia (1525)